Van pasando los años, y aún recuerdo el impacto de aquel primer festiva que tuve la suerte de conocer de la mano de Rafael Amor, Federico Scoco y Pancho del grupo Cantoral y otros amigos
que van quedando el aire. Era para mí una emoción muy poco explicable, ver a la gente llegar al lugar donde nace el milagro de la música popular, ese amor por el canto y la música, todo el día y
toda la noche, en algún rincón de Cosquín, late una guitarra, en las calles, en las peñas, en el festiva y mucho más adentro, en los muchos patios donde florece la poesía y el canto. Allí conocí
a poetas entrañables, Hamlet, Armando, compartí noches con los grandes cantores, me movieron el alma muchas cosas en ese hermoso lugar de la sierra cordobés, a la que siempre hay que volver. El
próximo festival 2020 será también el festival donde cumplamos este mandato del corazón que serán ya 12 años. "Bendito sea Cosquín"